Propósitos año nuevo: empezar a hacer deporte

Año nuevo, vida nueva y con ella muchos propósitos que cumplir -aunque a veces, estos los abandonemos a las pocas semanas de proponernos empezarlos-. La mayoría de ellos no pasan del primer mes.

Tras los excesos navideños, atracones, comidas de empresa, cenas con amigos y familiares, dulces navideños, copas durante y después de los eventos y un largo etcétera acaban pasándonos factura. Por ello, es importante recuperar la rutina y, ¿por qué no? rebajar esos kilos que nos sobran o que hemos cogido a lo largo de las navidades si no queremos que esos excesos se queden con nosotros todo el año.

Entre los propósitos que mencionábamos en las líneas anteriores hay uno que predomina en la mayoría de listas: apuntarse al gimnasio. Y es que la navidad significa comida en abundancia, familia, amigos y una excusa para brindar y celebrar.

Probablemente, si echásemos la vista atrás a nuestras listas de años anteriores, este propósito se repetiría en más de una ocasión pero, ¿cómo hacer que lo cumplamos? Hoy os ofrecemos una lista de recomendaciones a tener en cuenta para empezar nuestra práctica deportiva sin cansarnos y abandonar antes de que acabe enero.

1. El primero, y más importante es crear un hábito para que se vuelva indispensable en nuestro día a día. Organízate, intenta asistir al gimnasio los mismos días a las mismas horas y, sin darte cuenta, el deporte formará parte de tu rutina diaria.
2. Comenzar a hacer deporte tras un periodo sedentario es complicado porque este no estará acostumbrado a la actividad física. Por tanto, debemos fijarnos objetivos reales. De nada nos sirve creer que bajaremos dos tallas en una semana o nos saldrán abdominales con ir cinco días al gimnasio. Los cambios necesitan tiempo y por eso debemos tener paciencia porque si creemos que en quince días conseguiremos un cuerpo de infarto lo más probable es que acabemos abandonando.
3. Cambiar nuestra alimentación y empezar a llevar a una dieta saludable sería el tercer consejo a tener en cuenta. No sirve de nada formar nuestro cuerpo en el gimnasio si al llegar a casa comemos en exceso y mal. Es importante saber qué dieta se ajusta a nuestros objetivos para poder mantenerla a lo largo del tiempo.
4. ¿Cuál es nuestro deporte? ¿Somo más de Spinning o de Pilates? ¿Natación o Yoga? Es importante saber qué deporte es el que nos engancha para poder practicarlo sin que se convierta en una tortura. Para eso, debemos probar varios hasta descubrir cuál es el que se ajusta mejor a nuestras necesidades. Si nos apuntamos a un gimnasio o centro deportivo -los cuales suelen ofrecer variedad de clases- sería conveniente ir probándolas hasta dar con el deporte perfecto para nosotros. Recordad que siempre podéis consultarle a un profesional para que os ayude y aconseje sobre la mejor rutina para vuestro cuerpo. No todos los cuerpos son iguales y, por eso, no todas las rutinas funcionan igual para todo el mundo.
5. Evalúa tus progresos mes a mes. Tras fijarnos unos objetivos realistas es recomendable ir anotando nuestros progresos para ver si vamos cumpliéndolos o por el contrario debemos ponernos las pilas. Si notamos que avanzamos nos motivaremos para seguir ampliando horizontes o, por el contrario, si nos exigimos demasiado podremos reducir la carga hasta adaptarnos a lo que más nos conviene en cada momento.