Pautas para iniciarse en la natación en aguas abiertas
Para muchos amantes de la natación, lanzarse a las aguas abiertas es un paso adelante en su entrenamiento. Como podrás imaginar, iniciarse en la natación en aguas abiertas no consiste simplemente en animarse un día a nadar en el mar. Antes de zambullirte, tienes que seguir un periodo de adaptación al medio, ya que las condiciones del mar son cambiantes. Este detalle convierte a la natación en aguas abiertas en una disciplina bastante diferente a la natación en una piscina.
Si quieres iniciarte en esta exigente práctica tendrás que aprender una serie de pautas técnicas, además de disponer de una preparación física adecuada. Solo así podrás descubrir de verdad qué es la natación en aguas abiertas y qué sensaciones transmite. Asegúrate de que has dado con las gafas de natación que mejor se adaptan a ti, para evitar molestias inoportunas y prepárate para zambullirte a la aventura.
Consejos para la natación en aguas abiertas
Resistencia física
No puedes obviar el peligro de nadar en aguas abiertas. Las travesías a nado por el mar suelen ser de largas distancias, por lo que es frecuente que los deportistas lleguen casi al límite de sus condiciones físicas. Por eso, debes prepararte concienzudamente para afrontar de la mejor manera posible la dureza de esta disciplina. Llevar una respiración adecuada es fundamental para no sufrir de una fatiga prematura.
Técnica
Para aprender a nadar en aguas abiertas, necesitas una remada bien dirigida y amplia que finalice por debajo del muslo. Más aún si nadamos con oleaje y cambios de corriente, ya que la única forma de contrarrestar tales efectos es con una técnica bien depurada que nos permita seguir avanzando. Asimismo, la coordinación debe ser óptima, aprovechando al máximo cada uno de los impulsos. En el momento en que un brazo esté entrando en el agua, el otro ya debe estar iniciando el impulso. Consulta los errores más comunes que realizamos al nadar a crol para mejorar tu técnica antes de lanzarte a las aguas abiertas.
Orientación
Si queremos seguir la trayectoria correcta, es fundamental que levantemos la cabeza para ver nuestro punto de referencia fuera del agua. Para ello, es muy importante coordinar bien nuestros movimientos. Cada nadador tiene su técnica, pero lo más recomendable es intercalar las respiraciones a un lado y sacar frecuentemente media cabeza mirando hacia la boya, la costa o nuestro punto de referencia. Así podremos ver donde se encuentra. No es necesario respirar en ese momento, puesto que es probable que traguemos agua. La respiración solo ha de realizarse girando la cabeza al lado derecho o izquierdo.
Entrenamiento en el mar
Si hemos practicado todos los puntos señalados en la piscina y hemos realizado ejercicios específicos de natación en el gimnasio, ya estaremos preparados para realizar nuestras primeras sesiones de entrenamiento en el mar. Después de varios entrenamientos en el mar, estarás mejor adaptado al medio y te sentirás mucho más cómodo. De hecho, tras esta adaptación, tendrás que plantearte el entrenamiento en el mar tal y como se hace habitualmente en una piscina.
Por último, podemos señalar que nadar en el mar abierto puede generar cierta sensación de ansiedad, sobre todo en los no iniciados. En este sentido, hay que tratar de controlarla, puesto que la ansiedad provoca una respiración más acelerada, lo que se traduce en una merma considerable de nuestra resistencia física.
¿Quieres mejorar tu técnica al máximo antes de adentrarte en la natación en aguas abiertas? No dejes de acudir a los profesionales de Termalia Sport. Nuestras clases de natación en Cuenca están orientadas a las diversas edades y adaptadas a todas la capacidades.