Bases del masaje deportivo. ¿Cuál es su objetivo?
La vida sana está de moda y cada vez hay más personas que se pasan a la vida activa; por ejemplo, con el running. En este caso, cada vez son más los corredores de todos los niveles que llenan nuestras calles y parques, devorando kilómetros. Sin embargo, practicar deporte puede tener también consecuencias indeseadas para nuestro físico: pequeñas molestias o contracturas se pueden agravar y provocarnos una lesión. En estos casos, lo mejor es recibir un buen masaje deportivo que nos ayude a prevenir complicaciones.
Los beneficios del masaje deportivo son muchos, así que vamos a conocer un poco más a fondo este interesante mundo.
Principales bases del masaje deportivo
Una buena forma para empezar a entender las bases del masaje deportivo es definirlo como un mecanismo físico que se suele ejecutar con una técnica manual para mejorar el estado físico y el rendimiento de cualquier persona. Estas maniobras manuales sirven para:
Preparar el cuerpo del deportista para la competición: sería el masaje precompetición.
Recuperar el cuerpo tras esa competición: masaje postcompetición
Reparar los tejidos que puedan resultar dañados: masaje de rehabilitación.
No se debe confundir el masaje deportivo con el masaje terapéutico. En principio, el deportivo es más profundo e intenso, pero en todo caso, lo que hay que tener en cuenta es que cada uno de ellos tiene una finalidad específica y, por tanto, una forma de ejecución concreta.
Aunque el masaje deportivo esté orientado a deportistas, la gente que no hace deporte también puede disfrutar de sus beneficios. Las lesiones musculares no se limitan al ámbito deportivo y pueden surgir en cualquier momento del día a día: en el trabajo, mientras pasamos el aspirador en casa, cuando salimos a bailar… No importa qué ha provocado ese dolor en el músculo, el objetivo siempre es el mismo: recuperar a la persona que ha sufrido la lesión. Lo ideal es recibir un masaje antes y después de cada competición de alto nivel y, sobre todo, que venga dado por un fisioterapeuta profesional con una formación específica.
La técnica
En las técnicas del masaje deportivo encontramos una mezcla de estiramientos, compresiones, presiones, fricciones y tonificaciones. Estas técnicas encuentran su base en el masaje sueco, ideado ya hace 200 años por el médico Per Henrik Ling con el fin de corregir las deficiencias musculares y fortalecer el cuerpo.
La fricción durante el masaje estimula la circulación y ayuda a eliminar adherencias. La frotación permite que la sangre fluya y tiene efectos relajantes, gracias al amplio contacto de la mano con la piel. Con las presiones, entra nueva sangre en el músculo y, por su parte, los amasamientos ayudan a eliminar la fatiga muscular. La vibración tiene efectos sedantes y las percusiones son unos golpes con la mano que pueden ser sedantes si hay poca cadencia o estimulantes si la aumentamos.
Beneficios del masaje deportivo
No son pocos los beneficios del masaje deportivo, desde la prevención de lesiones hasta la mejora del rendimiento gracias a la reducción de la fatiga muscular. Un buen masaje deportivo de piernas, brazos o tronco nos permitirá también eliminar los residuos, toxinas u otros materiales de desecho del cuerpo, además de realinear las fibras musculares y activar la circulación sanguínea en reposo de todo el cuerpo. Sin olvidar que contribuye a reducir los tiempos de recuperación y a fomentar la relajación psicológica.
¿Necesitas un buen masaje deportivo en Cuenca? No pases un día más de tensiones sin consultar con nuestros profesionales. En poco tiempo, te dejarán el cuerpo como nuevo.